Hace tiempo que nos dimos cuenta de que un buen calentamiento a base de estirar la musculatura ayuda muchísimo contra lesiones y además se escala mejor.

Sin embargo, ya sea por falta de tiempo o ansia por empezar a escalar, cuesta emprender una rutina donde introducir los estiramientos. Por eso el yoga es perfecto, especialmente por la mañana. No se necesita más que una esterilla y un poco de fuerza de voluntad.

Todos conocemos la influencia que ejerce el estado mental en el que te encuentras a la hora de trepar. Lo maravilloso del yoga es que también te ayuda en este sentido relajando tu mente, ya que uno se concentra exclusivamente en las sensaciones del momento y en ejecutar correctamente los estiramientos y posturas. (Igual que en la escalada)

Aquí abajo os dejamos el vídeo de un perfecto ejemplo que podemos practicar todas las mañanas. Con nuestro compañero Juan de «La Perezosa«, una casa de reposo en Liébana donde se practica el slow living y se relaja cuerpo y mente.